- Lunes, 20 Agosto 2018
(20/08/2018) EL IBEX 35 CIERRA EN POSITIVO Y SE ALEJA DE LA ZONA DE MÍNIMOS / ANÁLISIS TURQUÍA / DIVISAS
El selectivo español cerró con avances de 0,54% hasta los 9.468 puntos, alcanzando en algunos momentos del día cotas superiores a los 9.500 puntos.
Las previsiones alcistas de esta semana estarían respaldadas por la baja volatilidad de los mercados, los buenos resultados empresariales y su escasa repercusión aun en estas fechas y la evolución positiva de la macro, mientras que el impacto de la crisis turca se muestra limitada en las bolsas de mercados emergentes.
BBVA ha cerrado con retrocesos de 0,29%, augurando un futuro peor cuando S&P ha cambiado la perspectiva “estable” a negativa. Se prevé caídas para mañana. Otro protagonista en la jornada de hoy es ACS con una evolución negativa del 0,06%, acabando la jornada casi plana. La compañía sufre por el comportamiento de su socio italiano Atlantia, quien hoy cerraba con retrocesos del 4,6% penalizado por el desplome del puente en Génova. Este castigo se veía aun más por las declaraciones del gobierno italiano que afirmaba que revocara al concesión de Autostrade.
DIVISA
En el 2017 y mitad del ejercicio 2018, los especuladores apostaban a favor del euro contra el dólar, sin embargo, en cuatro meses esta apuesta se ha visto reducida considerablemente.
A principios del año los contratos a largo a favor del euro alcanzaban los 262.000 ahora 178.000 cayendo un 32%. Mientras que las propuestas bajistas se han visto aumentadas de los 86.000 contratos a los 167.358.
Este cambio de signo se ha visto marcado por el riesgo del Brexit, la preparación de presupuesto en Italia, la preocupación por el crecimiento en China y ahora las dudas por Turquía.
Frente a todo lo anterior, los expertos prevén una apreciación del euro frente al dólar que deben materializarse entre el segundo semestre del año y el primer trimestre del 2019. El valor debería situarse con respecto al dólar en los 1,22 dólares, aunque los expertos estiman que su valor real debería situarse entre el 1,25 y el 1,35.
¿ES POSIBLE QUE SE DE UN RESCATE EUROPEO A TURQUIA?
En el contexto de la crisis turca, destacamos el acuerdo firmado de permuta de divisas “swap” reciproco, entre Qatar y Turquía, para facilitar el comercio local a través de las monedas locales. Es una magnífica idea pero, en un contexto global, estas iniciativas ayudarán pero no eliminarán los problemas reales. Turquia está comprando tiempo, no soluciones.
Por otra parte, en los últimos días, Alemania está haciendo importantes esfuerzos en el ámbito diplomático para cuadrar el círculo. Por un lado, está estrechando relaciones con Rusia, no olvidemos la importancia del NORD STREAM 2 (Gaseoducto) para la economía alemana y los importantes intereses que empresas alemanas tienen en Rusia y en menor medida, Rusia en Alemania.
Paralelamente Europa y, por extensión, Alemania, necesitan de Turquía en el ámbito de la seguridad. Turquía es miembro de la OTAN y la importancia de que no escore al lado ruso es muy relevante. En este damero político, Turquía representa por una parte, una seguridad a la defensa europea y por otro, es un mercado importante para la Unión Europa en muchos aspectos y un posible socio cuando la situación política evolucione a los estándares que exige Europa.
Desde un punto de vista económico, que es el que nos ocupa, bancos y empresas europeas tienen importantes intereses en Turquía, el volumen de intercambio económico es significativo y la caída de la lira tiene hondas repercusiones en la economía europea. De hecho, el euro se está resintiendo. A Estados Unidos la componente económica le repercute en menor medida. No estamos hablando de Méjico o Cánada.
Frente a todo lo anterior y aun reconociendo las debilidades de la economía turca, la situación de la lira no refleja la realidad, por lo que Europa tiene más que perder que EEUU en esta guerra iniciada por Trump. Si esta situación es así y este análisis, aunque somero, representa la realidad, es posible que Europa deba plantarse el rescate de Turquía más cuando Alemania y, en menor medida, Francia están afectadas económicamente por la situación de Turquía.
A todo lo anterior habría que añadir la función que desempeña Turquía con relación a la gestión de los refugiados. Este contexto nos hace pensar que sería viable un rescate de Turquía por parte de la Unión Europea, aunque se chocará con el personalismo de Erdogan y las condiciones de control que este último debería de aceptar por parte de la UE. La Unión Europea si puede ser una solución.
Desde este foro señalamos esta posibilidad como una forma de favorecer la evolución del euro en relación al dólar, minimizar o eliminar el impacto que tendría un alejamiento político y militar por parte de Turquía de la UE a favor de Rusia, evitar la entrada de Turquía en una espiral inflacionaria junto con una caída relevante de su economía y del poder adquisitivo de los turcos que, tarde o temprano, tendrá su reflejo económico en toda Europa. Creemos que Estados Unidos, con su actual política económica, ha descontado el efecto turco en su economía.
PROXIMAS JORNADAS
Actas de la Fed y BCE, Indicadores Adelantados y de Confianza de Europa y reunión de banqueros en EEUU.
Leer más ...- Martes, 14 Agosto 2018
(14/08/2018) CHINA Y CRISIS MUNDIAL, ¿DE LA MANO?
SUMARIO
Después de la guerra comercial que mantiene Trump con China, analizamos ahora su deuda ya que aumenta más de lo que lo hace la economía de su país.
Retrocedamos en el tiempo, situándonos en el periodo 2004-2008, donde la deuda China presentaba unos niveles de 170%-180% del PIB. En esa época, la deuda de dicho país no era muy disonante comparada con otros países emergentes.
El gobierno chino, en dicho periodo, aprovechó el momento para acometer un programa de inversiones cercano al 12,5% del PIB, dado que las exportaciones netas caían entorno al 6% del PIB desde niveles próximos al 9% (en tasa de variación). La única variable que el gobierno podía utilizar para mantener a flote el crecimiento del país era la inversión. Esta variable llegó a crecer del 41% al 48% en el 201º del total del gasto del estado.
Aquí añadimos otra variable que, desde el 2008, ha sufrido un aumento sostenido, la deuda. Lo que ha provocado que el crecimiento haya ido disminuyéndose paulatinamente desde niveles del 10% después de la crisis. El Instituto de Finanzas Internacionales, nos deja datos como este: “Entre el cuarto trimestre de 2008 y el primero de 2018 la deuda bruta de China aumentó del 171% al 299% del PIB”. Todo esto se traduce en un incremento del crédito, indicador que nos augura un posible escenario donde China se sumerja en una crisis.
¿Cómo se encuentra el sistema bancario chino?
“El sistema bancario chino, cuenta con un alto apalancamiento, desequilibrios en los vencimientos, riesgo de crédito y opacidad”. Un factor “favorable” en este escenario tan negro, es que el sistema bancario chino no se encuentra tan perfectamente conectado como el americano en la crisis de 2007-2008.
De los escenarios posibles, optamos por aquel que “Se produce una crisis, seguida de una bajada de crecimiento a corto y medio plazo”.
Entendemos que este es el escenario más plausible por el “Efecto Trump”, me explico: para evitar este escenario, sería necesario que el gobierno chino realizara grandes inversiones en infraestructuras y en el tejido industrial lo que conllevaría a darle una mayor capacidad de producción y por extensión, de exportación a China. Este escenario requeriría de un aporte tecnológico que China, hoy en día, no posé para hacer competitivas esas empresas en el mercado internacional.
Esa capacidad tecnológica solo la tiene EEUU, y no creemos que Trump permita que se transfiera a China como hasta la fecha han permitido los presidentes anteriores con el objetivo de acceder al mercado chino.
En definitiva, la llave la tiene Trump y no creemos que lo vaya a permitir. Por otra parte, y aun teniendo el gobierno chino una cantidad importante de activos solventes, su deuda tendría que incrementarse y acercarse a unos límites que anticipan mayores problemas que beneficios. “Si la deuda alcanzase el 400% la próxima década, incluso eso (la crisis) sería menos incuestionable”.
A este escenario hay que añadir la calidad de la deuda tanto de particulares como de empresas chinas, que todos los organismos internacionales califican como “cuestionable”, lo que indica que se producirá un nivel de impago elevado. Otro facto a añadir a este escenario es la política de inversiones mantenida por China en su política expansionista, lo que le ha generado unos activos dudosos a la hora de materializarlos.
Para minimizar el impacto de la crisis podría fiar el crecimiento al consumo interno, pero tenemos dos hándicaps: el primero es la elevada tasa de ahorro de los hogares y el bajo nivel de ingresos disponibles que según el Banco Mundial se sitúa por debajo del 61%. Ante esta situación el Banco Central Chino podría inyectar masa monetaria al sistema lo que sería una mala solución, pues se incrementaría la inflación, debilitará al Yuan y no favorecería el consumo. Lo que generaría un círculo vicioso que agravaría los problemas.
Si por el contario, el Banco Central Chino optara por devaluar el Yuan es posible que se incrementaran las exportaciones, minorándose las importaciones de productos y servicios que China necesita disponer.
Ante esta situación estamos convencidos que EEUU reaccionará con más aranceles e invitará a otros países a tomar medidas que salvaguarden sus economías. A todo esto hay que añadir la opacidad de los datos de la economía China que al no ajustarse a los estándares generalmente aceptados, son poco fiables.
Por otra parte la población china, sobre todo de las grandes ciudades, en su deseo de acceder a todas las comodidades de occidente generará problemas al gobierno chino si este empieza a limitar su acceso a bienes y servicios por situarlos fuera de un rango razonable de precio.
En definitiva, creemos que el escenario más realista será el que hemos señalado que es crisis y bajo crecimiento. Sin olvidar, que muchos países se resentirán en sus economías por el efecto de esta “Crisis China”, pues sus exportaciones a este último se verán afectadas tanto en materias primas, productos semielaborados y productos terminados. También es importante saber que China tiene entre sus activos solventes deuda americana (es el mayor poseedor) y que la venta masiva de la misma por necesidades de financiación del gobierno chino puede hacer poco atractiva dicha deuda y Estados Unidos tener problemas con su financiación. En resumen, todos sufriremos.
Leer más ...- Domingo, 12 Agosto 2018
(12/08/2018) TURQUIA TAMBIÉN ES NUESTRO PROBLEMA. CLAVES PRÓXIMA JORNADA
- HIGLIGHTS SOBRE SITUACION DE LA ECONOMIA TURCA
Debilidad en su cuenta corriente, hecho que les obliga a captar flujos de dinero de otros países para mantener el funcionamiento del Estado. Lo anterior hace que el FMI considere que el déficit sea de los más grandes de las economías emergentes del G-20, superando a Brasil, Sudáfrica o Argentina.
Si esta situación continúa y no se toman medidas, la única manera de afrontar la realidad, para los inversores extranjeros en dicho país, será abandonar las inversiones realizadas. Esto conllevaría una salida de flujos de capital extranjero provocando un aumento de la presión sobre la lira.
La inflación agrava la situación tras situarse en máximos históricos, llegando a alcanzar el 15%. A esto se suma que el crecimiento de estos últimos años de Turquía se ha basado en el endeudamiento y esta estrategia de expansión no puede traer consigo buenos resultados.
Los niveles de devaluación de la lira se sitúan, a fecha de hoy, como los peores del 2018, con un 40,6% acumulado en lo que va de año. Este cuadro macroeconómico presenta los peores síntomas para una economía que lleva tiempo enferma.
- SITUACION POLITICA TURCA. ENCRUCIJADA COMPLICADA.
El presidente Erdogan ha pedido a la ciudadanía cambiar todas sus divisas por la compra de liras. Aunque, según él, la situación que se está afrontando se trata de una “crisis financiera artificial”. Esta posición y declaraciones no devuelven la calma a los mercados.
La realidad es muy terca y si el gobierno no lleva consigo políticas de control cambiario, hará necesario un rescate del FMI.
Para que Turquía pueda ser asistida por el FMI, el gobierno debería aceptar un programa de economía de ajuste que, a priori, se descarta debido a la disconformidad de Erdogan con estas políticas y lo que conllevaría con relación a la pérdida de votos y popularidad.
En última instancia, tampoco se contempla una subida de los tipos de interés por el Banco Central Turco ya que carece de la autonomía necesaria para llevar a cabo esta acción.
Puesto que el siguiente escenario que se podría dar es el de pedir ayuda a Rusia o a China, no parece viable debido a la debilidad de la economía rusa y a la debilidad de la moneda turca frente al esfuerzo que debería realizar China. No sería fácil de asumir por China por los pocos réditos económicos que obtendría, aún dándole un triunfo geoestratégico como lo está obteniendo en Hispanoamérica con una política similar.
Por último, la opción de “no hacer nada” también se presenta dentro de las alternativas, puesto que el nivel de déficit, actualmente es un 2%, este año aun podría crecer para situarse entre un 3% y un 4% o incluso ser superior y esperar a que “pase el temporal”. En cualquier caso, malas noticias.
Por otra parte, otro riesgo a considerar es el endeudamiento en divisa extranjera de las empresas turcas. La depreciación de la lira traerá consigo un encarecimiento de la deuda y dispara el riesgo de impagos.
- PANORAMA INTERNACIONAL RESPECTO A TURQUIA
Donald Trump ejerce presión sobre dicho país, tras la crisis diplomática que surgió por la situación penal del pastor Andrew Burson acusado en Turquía por actos de terrorismo y espionaje. Este hecho derivó en sanciones para dos ministros turcos y en un aumento de aranceles de acero y aluminio. Es evidente que hay otros factores que han influido en esa presión como son los “coqueteos” con Rusia y la deriva autoritaria del gobierno de Erdogan.
Por otra parte, el sector financiero expuesto, BBVA, BNP y Unicredit controlan, en gran medida, las inversiones en Turquía, todos ellos presentando caídas más que reseñables en bolsa. El temor a la pérdida de gran parte de lo invertido en dicho país, no hace maás que añadir otro punto de presión al sistema financiero turco, que ya de por sí, se verá muy castigado por la depreciación de la lira.
Centrándonos en BBVA, el viernes se desplomaba un 5,2% en bolsa y alcanzaba mínimos de dos años. El banco español invertía en 2007, 7.000 millones de euros por el 49% de Garanti que hoy en bolsa vale un 46% menos. Consecuencia de esto es que el BCE no perderá de vista a la entidad española por la exposición al mercado turco al igual que a BNP y Unicredit.
- CONSECUENCIAS INTERNACIONALES:
- Posible efecto contagio de la crisis a los países con mayor exposición a Turquía como son España, Francia e Italia. Este contagio tendrá carácter limitado.
- Un impacto mínimo de esta crisis en el mercado de inversión, debido a la escasa presencia de la nación en el índice “MSCI ENERGING MARKETS”. Esto quiere decir que, los inversores que salgan de Turquía, no se ven obligados a vender los activos que poseen de otras naciones en desarrollo.
- Una caída del 20% en las exportaciones de la eurozona a Turquía sólo restaría un 0,1 puntos porcentuales del crecimiento de dicha zona.
PERSPECTIVAS DE LAS PROXIMAS JORNADAS
Resultados empresariales del sector de consumo en EEUU, datos macro de ventas minoristas de EEUU: respecto al parón del consumo en el primer trimestre, este segundo trimestre parece que volverá a retomar la senda del crecimiento.
La estimación de subida del PIB estadounidense un 2,9% este año, tendrá como factor de peso el consumo, que será una herramienta clave en el engranaje. Mientras que, los datos de productividad no agrícola se aceleran, los costes laborales unitarios también retrocederán con fuerza. El ZEW alemán (Indicé de Confianza Inversora) mejorará tras la disminución de la tensión comercial entre la UEM y EEUU.
Hay que destacar que los volúmenes de las bolsas en agosto son bajos, en especial, en estas próximas jornadas, lo que indica que unas malas noticias harán que las bolsas sufran mayores caídas y mueva con más fuerza al mercado.
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