La temporada de presentación de resultados empresariales está llegando a su fin, y entre los eventos macroeconómicos del día, destaca la confirmación de la estimación inicial del Índice de Precios al Consumo (IPC) de la eurozona para abril, que revela un incremento del 7%. Fuera de Europa, las referencias muestran una perspectiva dispar.
Wall Street continúa siendo afectado por la incertidumbre generada por la cuenta regresiva hacia el 1 de junio, fecha límite para un posible impago en Estados Unidos. Aunque la mayoría de los analistas confían en un acuerdo de última hora, a medida que se acerca la fecha límite, la tensión aumenta y perturba incluso el perfil de riesgo de los inversores. Estas dudas se acentúan aún más debido a los datos macroeconómicos recientes y a los mensajes agresivos emitidos por la Reserva Federal en contra de futuras reducciones de tasas de interés.
En Asia, se está repitiendo un patrón en los últimos días. Japón muestra referencias más optimistas, mientras que China presenta señales menos alentadoras. El PIB de Japón para el día de hoy superó las expectativas y ha impulsado al alza otro 0,74% al Nikkei de Tokio. Esta racha alcista contrasta con la situación del índice CSI 300 de China, que experimenta una desaceleración. El mercado inmobiliario chino muestra nuevas señales de debilidad macroeconómica, ya que los datos correspondientes a abril confirman el undécimo mes consecutivo de caída en los precios inmobiliarios en China.
En Europa, se observa un freno en el impulso y la Bolsa española lucha hoy por no alejarse de los 9.200 puntos, que han sido un nivel clave de referencia en las siete sesiones anteriores. Desde el 8 de mayo, el Ibex ha concluido cada jornada a menos de 35 puntos de los 9.200. Los ajustes realizados hoy llevan al índice selectivo español hacia el nivel de los 9.100 puntos en los primeros compases aunque ahora estaría recuperando hasta las proximidades de los 9.200 nuevamente.
Las reticencias de la Reserva Federal a la hora de considerar futuras reducciones de tasas de interés están afectando las cotizaciones de algunos sectores sensibles a tasas de interés elevadas, como servicios públicos e inmobiliarias. Empresas como Redeia, Enagás, Iberdrola, Solaria y Acciona Energía se rezagan en la Bolsa, al igual que las dos Socimis del Ibex, Colonial y Merlin.