Icahn, quien había estado apostando agresivamente por un colapso del mercado desde la crisis financiera de 2008, reconoció que se equivocó al no seguir sus propios consejos de inversión a corto y medio plazo. "Siempre he dicho que nadie puede realmente predecir el mercado en el corto o medio plazo", afirmó Icahn. "Quizás cometí el error de no seguir mi propio consejo en los últimos años".

El inversor activista implementó una estrategia compleja que incluía posiciones bajistas en amplios índices de mercado, empresas individuales, hipotecas comerciales y títulos de deuda. Sin embargo, las operaciones no tuvieron los resultados esperados, ya que Icahn perdió alrededor de 1.800 millones de dólares en 2017 y otros 7.000 millones entre 2018 y el primer trimestre de 2023.

Icahn admitió que si hubiera seguido sus principios de inversión y mantenido los parámetros en los que siempre creyó, su desempeño habría sido mucho mejor. Sin embargo, su exposición teórica a los valores en los que apostaba superó los 15.000 millones de dólares en ocasiones, lo que demuestra la dificultad de lograr una cobertura perfecta en este tipo de operaciones.

La situación actual ha puesto en peligro la reputación de Icahn como uno de los inversores activistas más temidos de Wall Street. Recientemente, el informe publicado por el inversor bajista Hindenburg Research sobre la sobrevaloración del mercado de Icahn Enterprises y la insostenibilidad de su dividendo ha causado una caída del 30% en las acciones de la empresa.

A pesar de las pérdidas sufridas en su grupo de inversión, Icahn ha inyectado personalmente casi 4.000 millones de dólares en su vehículo cotizado para mantener estable el valor de su cartera de inversiones. Sin embargo, también se ha expuesto a riesgos al contratar un préstamo con colateral, que ha llamado la atención de los inversores y analistas.

En respuesta a las acusaciones de Hindenburg, Icahn Enterprises aseguró que Icahn está cumpliendo plenamente con todos sus préstamos personales y anunció una autorización de recompra de acciones por valor de 500 millones de dólares para fortalecer el precio de las acciones de la empresa.

A pesar de las dificultades recientes, Icahn sigue siendo cauto sobre el futuro económico y no descarta problemas en el mercado. Sin embargo, ha reducido sus apuestas a corto plazo y se muestra consciente de que enfrentar a la Reserva Federal puede ser una tarea difícil

. "La Fed inyectó billones de dólares en el mercado para combatir el Covid, y el viejo dicho es cierto: 'no te enfrentes a la Fed'", señaló.

La cartera de inversiones de Icahn Enterprises ha experimentado pérdidas desde 2014, principalmente debido a sus apuestas bajistas. Aunque las apuestas activistas generaron ganancias de alrededor de 6.000 millones de dólares, estas no fueron suficientes para compensar las pérdidas en las apuestas cortas, dejando al vehículo con una pérdida global de casi 3.000 millones de dólares.

El valor neto de los activos de Icahn Enterprises ha disminuido en los últimos años, planteando un desafío para Icahn. El inversor ha pagado un dividendo anual de 8 dólares por acción en acciones en lugar de efectivo, lo que ha provocado una dilución del valor neto de los activos por acción. Los inversores minoristas que optaron por recibir sus dividendos en efectivo han recibido más de 40 dólares por acción durante el mismo período.

A medida que la presión aumenta sobre Icahn y su grupo, ha decidido reducir sus apuestas cortas en un momento en que algunos inversores temen una crisis bancaria regional y el estancamiento del techo de deuda. Aunque mantiene sus creencias sobre la economía, Icahn reconoce que no está tan cubierto como antes.

En resumen, Carl Icahn ha reflexionado sobre sus apuestas fallidas y ha reconocido que no seguir sus propios principios de inversión le ha llevado a pérdidas significativas en los últimos años. Aunque su reputación se ha visto afectada y enfrenta desafíos financieros, Icahn se mantiene cauteloso y espera aprender de sus errores mientras continúa navegando en los complejos mercados financieros.