La palabra "Brexit" fue prácticamente un término tabú durante las conferencias de hoy en el municipio portugués de Sintra (a 30 kilómetros de Lisboa), que pasaron de soslayo por la cuestión a pesar de la magnitud del desafío que supone la decisión de los británicos de abandonar el proyecto comunitario y de la expectación generada en torno a estas jornadas.
Draghi, de hecho, abandonó la cita poco después de pronunciar el discurso inaugural para poder viajar hasta Bruselas, donde este tarde y mañana asistirá a la cumbre de líderes europeos.
La importancia del foro menguó también con las bajas de la presidenta de la Reserva Federal estadounidense, Janet Yellen, y de su homólogo en el Banco de Inglaterra, Mark Carney.
La única referencia de Draghi al "Brexit" durante este foro se produjo este lunes, cuando subió al estrado para dar la bienvenida a los participantes y reconoció que la victoria del "sí" en el referéndum convocado el pasado jueves en Reino Unido le suscita "tristeza".
"Vamos a dejar las circunstancias extraordinarias en las que nos encontramos, que envuelven a nuestros amigos británicos y a toda la Unión Europea. Intenté encontrar una palabra que defina nuestros sentimientos, y probablemente la mejor es la de tristeza al ser testigos de un cambio de esta magnitud", detalló.
En su corta declaración, pidió igualmente a los asistentes "dejar todo esto de lado" y centrarse en el foro en sí, titulado "El futuro de la arquitectura monetaria y financiera internacional" y que reúne a representantes de varios bancos centrales, profesores universitarios de prestigio y otros cargos directivos del BCE.
La solicitud de no entrar a discutir los efectos del "Brexit" fue seguida prácticamente a rajatabla por los ponentes de hoy.
El profesor de Economía de la Universidad de Oxford David Vines fue una de las escasas excepciones, ya que durante su intervención mencionó el "choque" que supone para la UE la salida del Reino Unido, la volatilidad de las divisas y los mercados provocada tras el referéndum y las dificultades que puede generar, especialmente para los países del sur de Europa.
Draghi, por su parte, abrió las conferencias con un discurso más general sobre el papel de los bancos centrales en materia de política monetaria, y más concretamente acerca de cómo la cooperación entre todos ellos es necesaria.
"Puede que (los bancos centrales) no necesitemos de una coordinación formal de nuestras políticas, pero nos podemos beneficiar del alineamiento de estas políticas. Cuando hablo de alineamiento me refiero a un diagnóstico compartido sobre las causas de los retos que nos afectan a todos y a un acuerdo para dirigir nuestras políticas domésticas hacia ese diagnóstico", explicó.
En su opinión, encuentros como éste del BCE "no pueden obligar a los países a tomar acciones específicas, pero el reconocimiento mutuo de los intereses en común puede servir como un tipo de instrumento de coordinación".
"Tenemos que pensar no sólo sobre si nuestras políticas monetarias a nivel doméstico son apropiadas, sino sobre si están debidamente alineadas (con las del resto de bancos centrales)", defendió.
"Esto no es una preferencia o una elección. Es simplemente la nueva realidad a la que nos enfrentamos", sentenció en el cierre de su discurso.
Pese a que Draghi obvió tratar el asunto del "Brexit" en este encuentro, el BCE ya señaló el pasado viernes que está disponible para facilitar liquidez -en euros y divisas extranjeras- en caso de que sea necesario para garantizar la estabilidad de los precios.
Los mercados, por su parte, concedieron hoy una tregua a las bolsas europeas, que dieron señales de recuperación después de las fuertes caídas sufridas en las últimas sesiones.
El foro anual organizado por el BCE cumple este año su tercera edición en Sintra y es el equivalente europeo al que realiza la Reserva Federal estadounidense, también una vez por año, en Jackson Hole, en el estado de Wyoming.