No es la primera vez que escuchamos, entro otros muchos casos, a aquellos clientes que han acudido a su banco en busca de un depósito a plazo fijo y que al final les han acabado ofreciendo un depósito vinculado a una cesta de acciones sin valorar previamente el riesgo que puede asumir.
La forma de conseguir la venta de este tipo de productos de gran interés para la banca tradicional es decirle a sus clientes que este tipo de productos pueden darle una rentabilidad por encima de la media de los depósitos de toda la vida, algo no demasiado difícil ya que la media durante el mes de marzo fue negativa del 0.29 por ciento. Ocultando que este tipo de productos estructurados no pueden ser rescatados hasta su vencimiento, ni siquiera en caso de necesidad, así como omitir el tipo de subyacentes a los que están referenciados, todo ello sin conocer el riesgo que están dispuestos asumir sus propios clientes. Ya que, a muchos de los banqueros lo único que le interesa son sus propios objetivos conseguidos a final de mes.