El estudio difundido hoy señala que la inversión en Europa alcanzó máximos absolutos el año pasado y atrajo 5.083 planes inversores que supusieron la creación de más de 217.000 puestos de trabajo.
Estas cifras representaron un aumento del 14 % en el número de proyectos y del 17 % en creación de empleo en comparación con 2014.
El 60 % de la inversión extranjera se distribuyó entre Reino Unido (el 21%), Alemania (18,60%), Francia (11,75%), España (4,87%) y Bélgica (4,21%).
La autonomías de Cataluña y Madrid representaron el 63 % de los 248 proyectos y registraron 111 y 46 planes cada una, aunque en la comunidad catalana el número de proyectos creció el 2,8 % respecto a 2014 y en la madrileña bajó el 19,3 %.
Le siguieron Andalucía con 35 proyectos, Valencia, que registró 13, País Vasco (10), Aragón (8), Castilla y León (6), Asturias (5) y Galicia (4).
Las comunidades autónomas donde más creció la inversión extranjera fueron Aragón (un 700 %), Andalucía (169 %) y Castilla y León, donde se dobló.
Además, Barcelona y Madrid se situaron como quinta y octava ciudades más atractivas para invertir en una lista de diez.
Los inversores extranjeros apostaron por el sector manufacturero, con 115 proyectos, por los servicios financieros (71 planes), por los transportes (39) y por el sector del comercio minorista (12).
Asimismo, el origen del capital procedió de Estados Unidos, Francia, Alemania, Reino Unido y Japón.
No obstante, el estudio advierte de que las decisiones de inversión extranjera en Europa se han visto influidas por la incertidumbre económica y los riesgos geopolíticos por lo que el porcentaje de inversores que tienen planes de expandir sus negocios el próximo año ha caído hasta la tasa más baja desde 2013.
El 22 % de los encuestados afirman que seguirán invirtiendo en Europa frente al 32 % que así lo decidieron en 2015, el 34 % que lo estimaron en 2014 y frente al 38 % que decidieron ampliar sus inversiones en 2013.