Mientras exponía los planes de la Comisión por primera vez desde que el Reino Unido votó salir de la UE el pasado 23 de junio, Juncker destacó el referéndum británico como una advertencia de que la UE se enfrenta a una batalla por la supervivencia contra el nacionalismo en Europa.
"La Unión Europea no tiene suficiente unión", dijo Juncker ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo. "Hay divisiones y a menudo existe fragmentación (...) lo que está dejando margen para un galopante populismo", dijo.
Sin embargo, subrayó que creía que el mayor bloque comercial del mundo seguía siendo una fuerza importante. "La UE como tal no está en riesgo", dijo.
Según responsables de la UE, entre las políticas que propondrá al Parlamento Europeo en Estrasburgo habrá una importante ampliación del Fondo Europeo de Inversiones Estratégicas (EFSI), así como un nuevo fondo para fomentar el sector privado en África como una forma de poner freno a la emigración a Europa, junto con iniciativas para promover la expansión de internet de alta velocidad y un mercado único de servicios digitales.
Defenderá los beneficios de la Unión como un mecanismo para mantener la paz y minimizar las dificultades económicas, haciendo hincapié en una agenda positiva para tratar de volver a conectar con unos votantes desilusionados por años de austeridad y temerosos de la violencia terrorista y una inmigración masiva.
Pero el discurso de Juncker ofrecerá pocas pistas sobre las negociaciones con Londres, que la UE insiste en que no pueden comenzar hasta que la primera ministra, Theresa May, establezca formalmente que empieza una cuenta atrás de dos años para la salida de Reino Unido.
Tampoco es probable que la cumbre de los 27 líderes de la UE en Bratislava el viernes arroje mucha luz sobre el tema brexit.
En cambio, Juncker advertirá que los restantes gobiernos de la UE deberían reducir sus diferencias a la hora de afrontar muchos de los problemas que afectan a sus economías y sociedades.