Según informó hoy la agencia oficial Xinhua, el ente emisor chino terminó por tercera semana consecutiva con un saldo neto negativo, algo que la institución atribuyó a su voluntad por estabilizar una oferta monetaria "estable".
A lo largo de las últimas cinco jornadas, el banco central introdujo 250.000 millones de yuanes (38.500 millones de dólares, 33.800 millones de euros) en las entidades del sistema financiero mediante acuerdos de recompra inversa ("repos"), un instrumento por el que activos de los bancos con el compromiso de una reventa posterior.
Sin embargo, esta cantidad es inferior al monto de las "repos" firmadas la semana pasada, que ascendió a 360.000 millones de yuanes (58.100 millones de dólares, 48.600 millones de euros), con lo que el balance ha sido de una retirada de liquidez.
Desde comienzos de año, el banco central chino ha llevado a cabo múltiples inyecciones de liquidez en el sistema bancario del país, pero en las últimas semanas ha decidido ir retirando la mayor parte de ese efectivo.
En las dos últimas semanas, el emisor ha sacado del mercado liquidez por valor de más de medio billón de yuanes (unos 78.450 millones de dólares, 68.900 millones de euros) que previamente había inyectado.