El EBITDA generado en estos tres primeros meses es de 41 millones de euros, después de realizar un ajuste de existencias de 9 millones, y la facturación se situó en 953 millones, un 16,7% menos que en el mismo periodo del año anterior.
Estos resultados, en línea con lo esperado, reflejan la continua caída del precio de las materias primas, la reducción de inventarios en el sector de los almacenistas y las importaciones asiáticas.
Sin embargo, las diferentes correcciones a las que el mercado se ha visto sometido últimamente parecen haberse estabilizado. La mejora de estos factores ya se ha visto reflejada en el mes de marzo, que presentó un balance positivo, y se espera una recuperación de los resultados en el segundo trimestre.